Miguel Santesmases, director de cine establecido en Teruel / María Juan |
Miguel Santesmases Navarro de Palencia (Madrid, 1961) es el único causante de la ‘movida’ cinematográfica que se está montando en el Bajo Aragón. Pretende rodar su quinto largometraje, titulado ‘TIERRA BAJA’, en la primavera de 2023. Pero hace ya tiempo que él rueda por Alcañiz y pueblos de la zona publicitando su película. Miguel trabaja sin descanso, lo hace con tanta ilusión en su proyecto que contagia. Dice que ‘Tierra Baja’ se halla en este momento en lo que un cineasta llama “fase de desarrollo”. Todo se desenvuelve en esta comarca de Teruel a la que pertenece Belmonte/Bellmunt. Por eso el director del film asegura que su película “ayudará a que el Bajo Aragón siga dando pasos adelante”. Aunque también le interesa afirmar que su nueva película es una historia romántica que transcurre, claro, sobre un espacio geográfico concreto y en un escenario humano reconocible. Pero en modo alguno es el largometraje documental de un territorio. Por Ramón Mur
¿Le atrae la idea de hacer cine en la tierra de Luis Buñuel?
Hace poco estuve en el pantano de Calanda al que fueron arrojadas las cenizas de Luis Buñuel. Allí, delante del agua, me emocioné. Buñuel está muy lejos de mis aspiraciones pero hay una frase suya que me fascina y es: “No soy nada, no valgo nada, mi paso no deja huella”. Una frase que puede acompañar a cualquier cineasta allí por dónde vaya. O sea que sí, me emociona y motiva mucho hacer cine en la tierra de Buñuel.
Usted es autor de un delicioso libreto de dos conversaciones con Carlos Saura, otro aragonés genio de la cinematografía. ¿Tiene Aragón alguna predisposición especial hacia el cine?
La primera película, que se conoce rodada en España, hacia 1896, es la salida de la misa de doce desde la basílica del Pilar. Este es un hecho muy relevante. Aragón fue siempre un territorio donde el cine tuvo tirón, desde muy pronto. No sé por qué. De aquí ha salido gente muy interesante. Esto es algo que hay que cuidar. Y es algo a mejorar porque yo creo que los apoyos que hay en Aragón para hacer cine son insuficientes y si hubiera más, seguramente también saldrían más cineastas.
¿Usted va a rodar ‘Tierra Baja’ en la Tierra Baja de Aragón por algún motivo especial?
La verdad es que empecé a escribir esta película hace muchísimo tiempo. He vivido aquí muchas temporadas porque es la tierra de mi abuela. Yo venía aquí constantemente, desde niño, primero con mis padres, luego yo solo, para estar con ella, para ayudarla, para vivir aquí. Y cuando empecé a hacer cine, muy pronto tuve en la cabeza la historia de alguien que venía aquí, que se alejaba de una ciudad y se instalaba aquí. Con poco más de 20 años escribí mi primera versión de una historia que ocurría en esta tierra y ese argumento incipiente, modificándose, me fue acompañando durante décadas sin encontrar el momento en el que pudiera convertirse en una película. El año 2018, cuando defendí mi tesis doctoral sobre el estilo cinematográfico, alguien me preguntó: ¿y qué vas a hacer ahora? Y yo contesté: ahora voy a hacer una película... Y la película que quería hacer tenía que ver con todo esto.
O sea, que sí hay un motivo muy especial para hacer esta película.
Muy pronto me puse a escribir un argumento que ocurría en este lugar con el que tengo una relación emocionalmente muy intensa porque yo estaba muy unido a mi abuela. Pero cuando ella murió dejé de venir durante muchos años, aunque de alguna manera yo tenía en mi interior algo pendiente. Esa es una emoción que uno puede utilizar para construir un argumento. Y así es como empecé. Durante un año entero, yo solo fui conectando con este lugar, viniendo más a menudo, leyendo libros sobre el pasado reciente y el presente del Bajo Aragón. Me entrevisté con muchas personas y fui elaborando esa historia que de algún modo me perseguía durante tanto tiempo. Hasta 17 versiones hice de ese cuento, de eso que se llama tratamiento cinematográfico, en el que fui construyendo el germen de esa película. Yo lo siento como una causa pendiente que tenía ahí . Los cineastas tienen historias que los persiguen hasta que llega un momento en que son poseídos por ellas. Y este es mi caso.
«Tengo la sensación de que ésta es una tierra amenazada porque la despoblación sigue ocurriendo»
«Lo más apasionante ha sido descubrir un grupo de mujeres que luchan porque el pueblo no esté dormido»
¿El Bajo Aragón de hoy es muy distinto al que usted recuerda de su niñez?
Yo creo que sí. Pero lo cierto es que el recuerdo que yo tengo es muy idealizado y mediatizado por lo que yo hacía de chaval y lo que no podía hacer cuando era niño. Mis recuerdos tienen que ver con la convivencia con mis primos, con mi abuela a la que ayudábamos los dos mayores, y tienen que ver con el ocio, las vacaciones y hasta con el aburrimiento propio de la edad, con el calor, con el verano. Mi sensación actual es otra. Lo que más me ha conectado con esta tierra es esa sensación de que es una tierra amenazada, a la que hay que cuidar porque la despoblación sigue ocurriendo aunque no lo parece. Hay una escena en la película ‘Tierra Baja’ en la que la protagonista explica que una de las razones por las que ha vuelto a este lugar es porque se ha dado cuenta de que hay tierras que están dejando de ser cultivadas; que hay gente mayor que sigue cultivando sus parcelas por el puro placer de hacer ver que sirven para algo, pero que eso no les aporta beneficios sino que casi les hace perder dinero. Y mi protagonista se pregunta qué pasará cuando esas personas mueran. Sus hijos no lo van a ver igual. Seguramente sus descendientes decidirán que no vale la pena seguir cultivando esas tierras. Yo me pregunto, como la protagonista, qué pasará entonces. Y esa es una pregunta que me gustaría lanzar.
¿Usted cree que estos pequeños pueblos del valle del Mezquín tienen los mismos problemas que cualquier otro de la España despoblada?
No soy un experto en la España vaciada, aunque es un tema que me interesa muchísimo porque, efectivamente, veo que este pueblo pertenece a esa realidad. Me interesa la etiqueta de la serranía celtibérica y también me preocupa que esta sea una tierra tan despoblada que cuenta con menos población por kilómetro cuadrado que Laponia. ¿Y tenemos los mismos problemas? Yo creo que tenemos problemas parecidos pero seguramente también problemas específicos por el hecho de vivir en la provincia de Teruel, que es un espacio muy mal comunicado y con enormes carencias, mayores que en otras provincias. Aquí hay una notable falta de servicios. Y eso es importante que se sepa y que se solucione.
Hace 112 años el escritor aragonés Rafael Pamplona Escudero escribió una novela escenificada en Alcañiz, Castelserás, La Codoñera, Torrevelilla y Belmonte que tituló ‘Los pueblos dormidos’ ¿No cree que hoy ya han despertado?
Para mí lo más apasionante del trabajo de documentación que hice durante ese año en que estuve averiguando cuál era la película que quería hacer y, sobre todo, cuál era la película que podía hacer aquí, fue descubrir la fuerza con la que un grupo de mujeres están meneando este árbol para que aquí pasen cosas y este pueblo no se duerma. Creo que el esfuerzo que están haciendo un grupo de ellas, de las que algunas son concejalas, porque este pueblo siga ahí, por reclamar atenciones y servicios para él, es admirable y de algún modo son una inspiración para lo que la película cuenta. Hay personajes que nacen de eso que aquí descubrí: que son precisamente las mujeres las que están realmente peleando porque estos pueblos no se queden dormidos.
Vista de la 'Vall de les fossetes' desde el 'Mas Blanco' con la mies amarilla en los bancales de cereal / Miguel Santesmases |
Y por eso la protagonista de ‘Tierra Baja’ es una mujer, ¿no?
Bueno, la protagonista de esta película es una mujer por múltiples razones. Pero sí es una persona que nació aquí y se fue a vivir a Madrid a los once años. Apenas había vuelto desde entonces. Al fin, vuelve al lugar en que nació y que dejó atrás. Y lo que encuentra es este grupo de mujeres que la embarcan en la idea de hacer todo lo posible porque este pueblo tire para adelante. A mí lo que me gustó, porque me sorprendió, es la lucha de estas mujeres por conseguir que en este pueblo se desarrolle una faceta cultural, que sea un lugar en el que pasen cosas desde la cultura. Hay aquí una demanda cultural que resulta muy gratificante e inspiradora. De algún modo, todo esto sale en la película.
Todo esto saldrá en ‘Tierra Baja’. ¿Se puede detallar el calendario o fase de desarrollo en que se encuentra el proyecto?
Sí, claro, que se puede detallar. Esta película empieza a prepararse hace cuatro años, más o menos. Ha sido un largo proceso en el que, una vez que nos ponemos a trabajar con el guión, una vez que Ángeles González Sinde lee el argumento que yo había escrito y le gusta y se pone a trabajar conmigo, comienza eso que llamamos la fase de guión que duró un año y medio. Por el camino empezó una fase que denominamos desarrollo. Es cuando tú tomas una película que es nada más que un proyecto de guión y la conviertes en un proyecto de película para lo que tienes que incorporar un grupo de técnicos, unas 20 personas, y también un grupo de actores. Además tienes que encontrar el dinero para hacerla. Y esa fase de desarrollo está ahora terminando. Hay un diseño de financiación que estamos viendo ahora si realmente se cumple. Contamos con un grupo de personas que ha apostado porque este proyecto sea valioso, han visto el valor que puede tener y se han comprometido a apoyarnos. Estamos ahora justo poniendo todo esto por escrito para que se cierre definitivamente. Y también hemos hecho un trabajo de casting en Alcañiz y en Madrid. Tenemos ya, por tanto, todos los actores de la película, unas diez personas. Todo esto es lo que ocurre en la fase de desarrollo, lo que quiere decir que a día de hoy estamos listos para rodar. Lo que nos falta para echar a andar es que una parte sustancial de la financiación esté reflejada por escrito o haya llegado ya a la cuenta bancaria de la productora. Sin ese dinero nunca podremos empezar a rodar.
«Me gustaría que la película sirviera para que dentro de 10 años se pudiera comprobar lo mucho que ha mejorado el Bajo Aragón»
«Aitana Sánchez Gijón y Alberto San Juan serán los protagonistas de 'Tierra Baja' en la que tambièn participarán las actrices aragonesas Itziar Miranda y Silvia de Pé»
Nuestros planes actuales pasan porque entre octubre y noviembre el plan de financiación se haya cumplido en su fase sustancial puesto que eso es lo que nos han dicho las personas de nuestro alrededor y de las que dependemos. Si esto se cumple así, y todo hace pensar que así va a ser, nuestro plan es empezar a rodar tan pronto como termine la Semana Santa de 2023. Mi idea actual, que espero poder cumplir, es que en cuanto pase esa semana, empezaré a llegar aquí con un pequeño equipo de producción para organizar los lugares en los que la gente se va a ir alojando y cada semana se vayan incorporando más personas hasta que a finales de abril las 30 ó 40 personas que necesitamos para hacer esta película estén instaladas aquí, viviendo en el Bajo Aragón, en Belmonte, Torrevelilla o Alcañiz. A partir de ahí, tendremos todo el mes de mayo para rodar. Este es el calendario que manejamos en este momento para el rodaje de ‘Tierra baja’.
Juan Pío Membrado escribió en 1907, y en Belmonte/Bellmunt, un libro titulado ‘El porvenir de mi pueblo’. ¿Su película mira más al pasado o al futuro?
Es una pregunta difícil de responder. Porque por un lado la película lo que cuenta es un reencuentro. Una mujer, que era de aquí, y que se fue, que ha hecho su vida en Madrid como escritora y guionista, pero un día decide dejar su vida profesional sin saber muy bien por qué. Y siente que debe volver a su tierra natal quizá porque piensa que tiene una deuda pendiente con ella. O quizá está atravesando una crisis personal y no sabe qué hacer con su vida, es que se está haciendo preguntas complejas. Entonces viene aquí donde entra en contacto con esas mujeres que son las que están moviendo el pueblo, se contagia de su energía y se pone a reactivar la masía que su abuela había explotado en el pasado intentando que la finca vuelva a entrar en producción y sea rentable, algo muy difícil de conseguir, casi imposible. Pero es su batalla. Entre tanto, aparece en el Mas de su abuela, desde su pasado, un hombre que viene a buscarla. Así que lo que ocurre, en realidad, es que esta es la historia de un reencuentro entre esta mujer y un antiguo amor de 25 años antes que 25 años después aparece aquí para decirle que él sigue enamorado de ella. Por tanto, el pasado tiene un peso en la película . Pero es una película que quiere ir hacia adelante. Cuando Alberto San Juan, que está muy ilusionado con hacer ‘Tierra Baja’, conoció el proyecto me dijo que esta es una película que tiene que ir hacia delante. Y su frase me encantó. Porque, efectivamente, en el film se produce este balance entre lo que les pasó a ellos hace tanto tiempo, cómo eran cuándo eran más jóvenes y tanto se querían, y cómo son ahora. ¿Nos vamos a dedicar a contar lo que pasó entonces o qué vamos a hacer para que la película vaya hacia delante. Creo que Alberto San Juan tiene razón y tenemos que hacer una película que vaya hacia delante: qué está pasando aquí y ahora porque la película transcurre en un pueblo indefinido del Bajo Aragón, no quiero poner el nombre de ninguno porque quiero inspirarme en todo lo que conozco de la zona sin que nadie se sienta especialmente reconocido. Pero, en efecto, la película quiere hablar de cómo son las cosas hoy aquí e ir hacia delante. Me gustaría que la película sirviera para que dentro de 10 años se pudiera comprobar lo mucho que ha mejorado el Bajo Aragón.
¿Cree que existe cierta expectación ante su película que incluso encuentra ya cierta aceptación social?
Uno de los descubrimientos que he tenido en estos años, es la vida cultural de Alcañiz, por ejemplo. La capital del Bajo Aragón es, porque lo ha sido siempre, un centro cultural importante. Pero mucho más en los últimos años, sobre todo desde que tiene este alcalde, Ignacio Urquizu, que ha sido una persona a la que nuestro proyecto le debe mucho porque desde el principio lo vio como un medio apropiado para promocionar la ciudad de Alcañiz fuera de aquí. Él entendió que una película puede ser un vehículo estupendo para mostrar los valores de un lugar y él ha presionado mucho para que Alcañiz figure en la película, y figura, como un espacio en el que se produce uno de los momentos más decisivos entre los protagonistas del film.
Tan adelantado como tiene todo, ¿puede dar a conocer los equipos que van a trabajar en ‘Tierra Baja’, tantos los artísticos como los técnicos’.
Esta película nace desde un pueblo pequeño con la aspiración de retratar un lugar para lo cual hace falta, por un lado, un grupo de actores, de intérpretes, y por otro, un equipo de técnicos que me ayuden a hacer la película. En cuanto a los actores, te puedo decir que básicamente son dos protagonistas muy importantes porque son los que más peso llevan y porque son los que aparecen en el cartel, son los que me ayudan a conseguir que la película se vea y también que se venda, que viene a ser lo mismo. He hablado con Aitana Sánchez Gijón y ha dicho que quiere protagonizar ‘Tierra Baja’. Hemos discutido el proyecto juntos, hemos visto lo que compartimos igual que aquello que vemos diferente en relación con el guión. Tenemos por delante un proceso maravilloso de construcción. El guión, que he escrito con Ángeles González Sinde, permite jugar, como le dije a Aitana; con él se puede trabajar desde distintas posibilidades que tenemos que explorar en los ensayos y durante el rodaje. Una película no es como el plano de un puente que se va a ejecutar tal y como está escrito, sino que es una propuesta que tiene que cuajar lo mismo que una tortilla de patatas. Aitana está ahí y si todo va bien, será la protagonista de esta película, es nuestra primera opción y ella está encantada con el proyecto.
Miguel Santesmases y Ramón Mur durante un momento de la entrevista en la lonja del ayuntamiento de Belmonte/Belmunt / María Juan |
¿Y el protagonista masculino?
El papel protagonista masculino se lo hemos ofrecido a Alberto San Juan y ha dicho que le encantaría protagonizar ‘Tierra Baja’. En ambos casos contamos con un documento firmado por ellos en el que dicen que quieren hacer la película. Todo esto depende, es cierto, de que coincida con fechas que tengan libres, pero los dos están volcados, a día de hoy, en ser los protagonistas de ‘Tierra Baja’. Esto es algo que cerraremos en noviembre, cuando también podremos ajustar la financiación del proyecto y es el momento en que hemos quedado emplazados con Aitana y Alberto para decidir las fechas del rodaje.
Pero esto no es todo…
No, claro que no. Además de estos dos, hay luego un grupo de actores y actrices aragoneses estupendos que han aparecido en un proceso larguísimo de casting iniciado hace más de año y medio. Por un lado, hay actores profesionales, como Itziar Miranda, actriz aragonesa que se ha volcado con la idea y que se ha ofrecido a colaborar en lo que queramos. Ella está en la película con un papel importante, como también estará, si todos nuestros planes se cumplen conforme a lo previsto, Silvia de Pé, que es otra actriz aragonesa magnífica, la primera mujer al frente de la Unión de Actores y Actrices, una figura muy importante, como es sabido. Nosotros creemos que es en el casting donde tiene que haber un reflejo de los actores y actrices aragoneses, que los hay muchos y magníficos. Esta siendo muy difícil encontrar y descartar a todo un montón de gente que se ha ofrecido. A través de Itziar y de otros, hemos difundido la existencia de esta película y nos ha escrito muchísima gente.
Todo esto forma parte un trabajo que se viene realizando en los últimos meses y que es algo así como la ‘movida’ cinematográfica que usted ha montando en el Bajo Aragón, ¿no?
He tenido la suerte de contar con una figura clave de Alcañiz, como es Sonia Lanuza, que tiene una escuela de teatro y a la que tan pronto como la conocí, decidí ficharla como mi directora de casting. Por medio de ella he canalizado los mensajes de una grandísima parte de actores y actrices aragoneses que han querido y quieren participar en la película. Ha sido muy difícil hacer la selección. Además, hemos hecho durante un año un proceso de casting para pequeños papeles de gente de la zona y hemos encontrado personas maravillosas que de un modo u otro van a estar en la película con papeles más o menos importantes, alguno realmente muy importante. Es gente del Bajo Aragón, que vive en pueblos de la zona y que ha mostrado una capacidad notable de interpretación. Todos salieron de un proceso muy largo de selección y ahora solo estamos esperando poder cerrar todas las fichas.
¿También hay presencia aragonesa en el equipo técnico de la película?
Respecto del equipo técnico quiero contarte que, por un lado, tenemos algunas personas importantes de la cinematografía española, técnicos de primer nivel como el director de fotografía o el del equipo de sonido. Pero también queremos que en el equipo técnico haya gente de Aragón. Estamos buscando traer a este pequeño pueblo de Teruel técnicos aragoneses que conozcan bien el contorno. Lo puntualizo porque no es muy fácil encontrar técnicos aragoneses en un sector como este y algunos, efectivamente, vendrán de Madrid pero nosotros vamos a tener también técnicos aragoneses porque aspiramos a que en la película trabajen el mayor número posible de personas de la tierra.
Usted ha domiciliado en Belmonte/Bellmunt su productora ‘Zavijava Films’. ¿Es así usted un cineasta aragonés?
Creé mi productora aquí porque es desde donde quería lanzar mi nueva película. Me alegra que mi empresa esté instalada en Belmonte/Bellmunt pero esa fue una decisión casi romántica puesto que realmente es muy difícil poner en marcha una empresa de cinematografía como esta en un pueblo de la provincia de Teruel porque todo está concentrado en Zaragoza desde donde , por supuesto, es mucho más fácil y cómodo lanzar un proyecto como este. Si los datos no me fallan, en la provincia turolense creo que hay cuatro empresas del sector pero solo una, la nuestra, está produciendo una película. Por eso creo que todos tenemos que promocionar la marca Teruel y desde una comarca como el Bajo Aragón, desde un pueblo como Belmonte/Bellmunt, lo queremos hacer.
«El cine, más allá de ser de izquierdas o de derechas, es de todos y aspira a reflejar los sentimientos, las emociones, los acontecimientos, los sucesos que ocurren en un país y que lo retrata»
La realidad es que sí. Seguramente estoy generalizando mucho pero hay una parte importante de los actores y directores que se identifican con los valores que tradicionalmente ha defendido la izquierda. También es cierto que esto es un estigma que se coloca al cine español en un determinado momento y que le ha perjudicado bastante porque el cine, más allá de ser de izquierdas o de derechas, es fundamentalmente de todos. Y aspira a reflejar los sentimientos, las emociones, los acontecimientos, los sucesos que ocurren en un país y que lo retrata. Esta es una ambición de los artistas que no tiene una componente política.
¿Volvería a nacer con una cámara bajo el brazo?
No sé… Hacer cine y también hacer fotos es algo que tiene mucho que ver conmigo, con mi vida, de siempre, desde niño. Y sigue teniendo mucho que ver. La cámara forma parte de mi manera de relacionarme con el mundo. En ese sentido, para mí una cámara es siempre necesaria.■
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