Representación del final de la central térmica de Andorra. |
Del carbón a los molinos
Parece que en la España vaciada nos toca “bailar a son que toquen” desde las grandes empresas eléctricas. Antaño fueron las minas y las centrales térmicas las que se diseminaron por las cuencas mineras españolas. Territorios que se explotaron tanto medioambientalmente, extrayendo el carbón de las entrañas de la tierra, como humanamente a través de los trabajadores autóctonos y otros que vinieron de fuera. Ahora nos dicen que el carbón es malo, que contamina mucho y que nos busquemos la vida.