Marta Prades
Diputada en Cortes de Aragón
Podemos
Se han hecho esperar, pero por fin, tras dos años sin fiestas patronales o con actos muy limitados, el tan deseado chupinazo de 2022 ya está aquí. Hay muchas ganas de salir, juntarse en las peñas, dejarnos llevar por la despreocupación y la alegría y echarnos unos bailes hasta que el cuerpo aguante.
Así que ante tan altas expectativas, ni queremos, ni debemos permitir que nadie nos estropee la fiesta, aunque nuevas formas de violencia machista quieran limitar nuestro derecho a vivirlas sin miedo.
No podemos hablar de sociedad civilizada cuando alguien sale de fiesta con la intención de atemorizar y meter miedo con un pinchazo que, además de la agresión que supone, haya o no violencia sexual, también implica un riesgo para la salud y un foco de transmisión de enfermedades, algunas de ellas de por vida.
Tampoco podemos sentirnos orgullosos como sociedad, cuando para salir de fiesta una parte de la población lo hace pensando en la localización de los Puntos Violeta o descargando Apps de alerta ante agresiones. No podemos sentirnos orgullosos cuando una mitad tiene que estar alerta ante la otra mitad. Para frenar la violencia machista debemos ser aliados. Cada día.
Mis fiestas de septiembre no eran muy distintas a las que hoy preparan nuestras hijas e hijos: chupinazo, peñas, amigos, salir, bailar, beber, volver a casa con las calles puestas... pero nunca con miedo. Lamentablemente hoy hay partidos políticos que niegan las violencias machistas, que amenazan los derechos alcanzados, y en ocasiones nuestras vidas, y que provoca que muchos jóvenes no reconozcan que existe este tipo de violencia. Contra las violencias machistas, ni un paso atrás.
Libertad es poder vivir sin miedo, también la fiesta. Y la mejor manera de hacer seguros los espacios es ocuparlos. Así que, como dicen los de La Regadera, nosotras bailaremos cada vez más fuerte porque la calle, la noche y las fiestas también son nuestras. ¡A disfrutar de las Fiestas!■
No hay comentarios:
Publicar un comentario