#BajoAragónAnimalista - Lo obvio, lo ilógico y las buenas personas

Lo obvio, lo ilógico y las buenas personas

Año 2022 de nuestra era. Consumido casi un cuarto del siglo XXI hay muchas cosas, que gracias a estudios científicos irrefutables, nos resultan obvias a gran parte de nuestra sociedad.

Nos resulta obvio que todos los animales son seres sintientes y que, al igual que el ser humano, experimentan dolor, ansiedad y sufrimiento, físico y psicológico, cuando se les mantiene en cautividad o se les priva de alimento, por aislamiento social, limitaciones físicas o cuando se les presentan situaciones dolorosas de las que no pueden librarse.

Nos resulta obvio que los animales utilizados en todas las disciplinas taurinas, desde la “inocua” suelta de vaquillas a las sangrientas corridas de toros, padecen sufrimiento y, en el caso de las últimas, una muerte lenta y agónica.

A la gran mayoría de las personas nos resulta más que obvio que no es necesario ni ético infligir dolor y sufrimiento a un animal por mera diversión. Es obvio que esas prácticas sólo tienen un nombre: sadismo y psicopatía.

Ante tanta obviedad, resulta completamente ilógico lo que sucede en este país con todos los animales utilizados en festejos taurinos.

Es ilógico que esos animales sintientes, por el mero hecho de ser utilizados en festejos taurinos, no estén protegidos por ley al igual que lo están los animales considerados como mascotas.

Es ilógico y vergonzoso que mientras que el 84% de los jóvenes españoles no están orgullosos de vivir en un país donde la tauromaquia es una tradición cultural y donde el número de festejos taurinos en plaza ha caído un 58,4% en la última década, generando una tasa de empleo escasa, temporal y endogámica se sigan destinando fondos públicos en perpetuar tan sádica tradición. La tauromaquia en España recibe anualmente millonarias y opacas subvenciones provenientes de la PAC, del gobierno central, de gobiernos autonómicos, diputaciones provinciales y ayuntamientos.

En el caso de Alcañiz (donde su cartel de fiestas hace clara apología del maltrato animal), este año su ayuntamiento va a destinar nada más y nada menos que 29.500€ de dinero público al maltrato animal legalizado durante sus fiestas patronales, sin contar con la subvención encubierta proveniente de la venta de los bonos de fiestas.

Es ilógico que gran parte de la clase política española ignore los datos anteriormente expuestos, y que olvide su labor pedagógica en aras de conseguir que nuestra sociedad sea mejor y más empática.

Es ilógico que, en pleno siglo XXI, no haya consenso en materia de protección animal entre nuestros políticos y que aquellos que llevan el maltrato animal legalizado por bandera arrastren al inmovilismo a los demás, bien por cobardía o apoltronamiento.

Es ilógico que, a día de hoy, la tauromaquia únicamente sobreviva gracias a la ingente cantidad de dinero público que recibe.

Tras dos años de pandemia, en 2022 los festejos taurinos han vuelto a la gran mayoría de nuestros pueblos y ciudades con más crudeza y saña que en años anteriores, llegándose a programar festejos en fechas y en municipios donde anteriormente no se realizaban.

¿Por qué? ¿A caso tras dos años de lucha contra una pandemia mundial el grueso de la sociedad le debe algo a los taurinos?

Rotundamente, NO. La razón de lo que estamos viendo este año es que el lobby taurino lleva dos años presionando a la clase política, siendo recibidos en despachos donde a los defensores de los animales se nos niega la entrada. Grandes medios de comunicación donde se nos ignora a los defensores de los animales, llevan años dando voz, blanqueando y victimizando a los maltratadores disfrazando de tradición y de cultura su sangrienta afición.

A los defensores de los animales sólo nos quedan las calles. Es por eso que desde estas líneas, por las que estamos muy agradecidos y agradecidas, hacemos un llamamiento a la gran parte de la sociedad alcañizana, a esas buenas personas que no disfrutan con el maltrato animal, para que nos acompañen y alcen la voz en la concentración antitaurina que hemos convocado para el 11 de septiembre a las 17:00 en la plaza de Joaquín Costa. Porque queremos una sociedad más amable y empática con los animales, donde no nos representen aquellos que acuden a la plaza de toros junto a sus hijos e hijas para merendar y beber alcohol mientras en la arena despedazan a un animal. Somos más que ellos, pero lo tenemos que demostrar.

Como dijo el escritor, filósofo y político irlandés Edmun Burke: “Para que el mal triunfe, basta con que los buenos no hagan nada.”■