01 julio 2022

#Darío Sanz #CCOO - Se acabó la servidumbre

Darío Sanz                 
Secretario General CCOO Unión Comarcal de Andorra

Se acabó la servidumbre


Aunque parezca mentira y propio de otras épocas, en España aún existía un colectivo de trabajadores o mejor dicho trabajadoras, pues la gran mayoría de las 600.000 censadas en este país son mujeres y migrantes, que carecían de los derechos y reconocimientos básicos que amparan a cualquier persona trabajadora por cuenta ajena. Estamos hablando de las trabajadoras del hogar. 

Estas mujeres lejos de ser reconocidas como trabajadoras eran consideradas como “el servicio”. Siempre a disposición de la familia, los niños y la casa donde eran “contratadas”. Sin vacaciones, sin paro, sin una relación laboral regulada por convenio alguno y en muchas ocasiones dadas su condición de migrantes y su necesidad económica explotadas, coaccionadas, mal retribuidas y sin los derechos básicos en cuanto a descansos, intimidad o cualquier cuestión que dignificase su trabajo.

Once años ha tardado el parlamento español en ratificar el convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo. Once largos años de organización y lucha de estas mujeres por su dignidad y la defensa de sus derechos básicos que finalmente han tenido una recompensa acorde a su sacrificio. Unas mujeres que son las más que dignas sucesoras de aquellas que a finales de los años 70 y principios de los 80 se movilizaban para conseguir un reconocimiento legal y que hoy seguro sienten que todo esfuerzo y sacrificio realizado en su momento ha merecido la pena.

Podríamos pensar que ya está todo hecho, que aprobado el convenio solo falta su desarrollo legislativo y normativo para que estas mujeres abandonen el siglo XIX y aterricen en el presente siendo trabajadoras de pleno derecho. Podríamos pensar que una vez ratificado este convenio los y las empleadoras particulares o las empresas gestoras y facilitadoras de estos servicios van a abandonar sus prácticas explotadoras. Podríamos pensar muchas cosas y nos equivocaríamos en casi todas. No hay derecho, no hay ley o norma que se aplique y sea efectiva sin la lucha y organización constante y diaria de la clase trabajadora. El pasado 9 de junio se dio el primer paso, un paso fundamental pero no el último. Ahora toca convertir en realidad palpable lo aprobado en el congreso de los diputados. No me cabe ninguna duda de que estas mujeres valientes, guerreras y organizadas van a seguir en la senda de la reivindicación y la lucha hasta conseguir acabar con cualquier atisbo de explotación, racismo o machismo existentes en la actualidad.

Desde CCOO sabemos que hoy es más necesario que nunca la unidad de clase de todas las mujeres que desde distintos ámbitos luchan por hacer de este mundo un lugar mejor, más justo y digno para el conjunto de la clase trabajadora y muy especialmente para ellas mismas.

Estamos seguras de que las mujeres y hombres de Comisiones Obreras van a hacer todo lo posible para hacer realidad este convenio y defender en el día a día su aplicación hasta erradicar las prácticas propias de otros tiempos. Oscuros tiempos aquellos que se trabajaba por techo y comida y se aguantaban carros y carretas, tiempos que nunca se deberían haber alargado hasta el presente y que tienen los días contados. Enhorabuena compañeras, se acabó la servidumbre, se acabó la esclavitud.■

 


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