03 febrero 2022

#MaríaMilián - Servicio de agua: negocio y derecho


Servicio de agua: negocio y derecho


Les voy a contar una historia. Esto era un pueblo que tenía unos 15 mil habitantes. Y todos ellos tenían agua corriente en casa para beber, limpiar y asearse. En todas las casas había contadores que medían cuánta agua gastaba cada familia al trimestre. El agua que sólo la suministraba el Ayuntamiento de municipio era comprada a un embalse cercano. Como todos los habitantes gastaban agua para sus diferentes necesidades, el Ayuntamiento tenía un ingreso asegurado todos los meses que le servía de sobras para comprar el agua al pantano y pagar a los trabajadores que cuidaban las tuberías que llevaban el agua y las del alcantarillado.


Era el negocio perfecto para los habitantes, porque se beneficiaban de su propia necesidad de agua. Y así fue durante mucho tiempo hasta que los listillos de turno convencieron al alcalde de ese momento de las bondades de la gestión privada para la gestión del agua en la ciudad. Que era más eficaz, que el Ayuntamiento no se vería en problemas, que lo público ya no se llevaba y además lo agasajaron con regalos y atenciones. El alcalde deslumbrado por las “bondades” de la externalización del servicio firmó que a partir de entonces la empresa gestionara el agua a cambio de un pequeño canon que ingresaba al Ayuntamiento.

Los años pasaron y poco a poco los ciudadanos fueron olvidándose de que la gestión del agua hubo un día en que les perteneció como un derecho y un negocio. Al principio las cosas fueron más o menos bien, pero la empresa ya no tenía tanto interés, como anteriormente el Ayuntamiento, en ir reparando y cambiando las tubería más antiguas. Por lo tanto empezó a haber problemas y las filtraciones y atascos eran comunes en la red de saneamiento y abastecimiento de agua.

Los ciudadanos empezaron a molestarse y la gente más mayor explicaba a los más jóvenes del lugar que antes no pasaba esto cuando la gestión era de la ciudad y además los beneficios se los quedaban ellos.

Finalmente la gestión del agua volvió a pasar al Ayuntamiento, y se recuperó un derecho y un negocio que aquel mal alcalde dejó escapar del control ciudadano.

Ahora se reparan planificadamente las tuberías y además con el dinero que el Ayuntamiento gana, aparte de pagar a los trabajadores del agua, se contratan a otras personas para que den servicios en la ciudad.

Nadie entiende cómo en su momento se pudo perder la gestión de un servicio y derecho básico para las personas y un negocio redondo para el consistorio. Algunos decían antes que con las externalizaciones todo era mejor, pero ahora todo el mundo se ha dado cuenta que la externalización no es más que un timo. Dejar un servicio básico y un negocio seguro en manos privadas es vender el futuro del pueblo y este pueblo ya no se va a volver dejar engañar.


El caso de Alcañiz

Aquí, en la ciudad de los Calatravos, el agua también está externalizada. El pasado mes de enero perdimos una oportunidad única para volver a recuperar el servicio de agua para la ciudad. Finalmente lo hará una empresa mixta con un 51% de capital del Ayuntamiento y un 49% de una empresa privada, que será a la postre quién gestione el servicio, eso sí con las directrices del Ayuntamiento. Bajo mi punto de vista es mejor este modelo que uno externalizado en donde no controlemos casi nada del servicio, pero no obstante seguimos sin recuperar un servicio que por derecho es nuestro. Y además como nos dice la historia, es el negocio del siglo. Por lo tanto no dejemos que este beneficio se lo lleve una empresa privada y recuperemos lo que es nuestro.■

María Milián
Concejala IU Alcañiz

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