Marta Prades
Diputada en Cortes de Aragón
Podemos
En estos tiempos tan complicados, cualquier celebración por pequeña que sea, siempre es motivo de alegría. Pero celebrar que por fin el Ministerio decidiera descartar la presa en el río Bergantes como alternativa para mejorar la seguridad de la presa de Calanda, es motivo de celebración, y a lo grande.
Así que vayan desde aquí mis felicitaciones a las vecinas y vecinos de Aguaviva por no amedrentarse y plantarle cara a Goliat por defender su río, su seña de identidad y su territorio. Y también felicitar a las plataformas, movimientos ecologistas y sociales que han ido de la mano de las gentes de Aguaviva en estos nueve años de reivindicaciones, trabajo y esfuerzo. Para quienes creemos en la movilización social como herramienta de reivindicación y participación ciudadana, vuestro logro nos ratifica y confirma que la ciudadanía organizada en busca de la consecución de un objetivo o un bien común tiene el poder de cambiar las cosas. Eso sí, con mucho esfuerzo y tesón, porque desde la calle jugamos en una liga inferior.
Ante la emergencia climática que particularmente estamos viviendo este mes de julio, con una ola de calor tras otra, defender y proteger el patrimonio natural y cultural de los ríos, los paisajes y su biodiversidad debería ser prioritario y norma de obligado cumplimiento ante cualquier actuación o proyecto que se plantee llevar a cabo en un entorno natural.
Ahora es la masiva instalación de proyectos eólicos y fotovoltaicos lo que nos preocupa por la afectación que puede suponer para el medio ambiente. Y aunque desde la DG de Medio Natural y Gestión Forestal hayamos aprobado 400 nuevos Planes Red Natura 2000, planes de especies y catálogo de líneas peligrosas, ahora les toca a otros decidir cuánta energía necesitamos y queremos producir o si queremos prestar nuestro territorio como si fuese un polígono industrial para el negocio de empresas privadas.
Nuestros vecinos de Aguaviva han demostrado que lloc uniu, riu salvat. Enhorabuena y gracias por no reblar. Gracias por permitirnos celebrarlo con vosotras.■
Así que vayan desde aquí mis felicitaciones a las vecinas y vecinos de Aguaviva por no amedrentarse y plantarle cara a Goliat por defender su río, su seña de identidad y su territorio. Y también felicitar a las plataformas, movimientos ecologistas y sociales que han ido de la mano de las gentes de Aguaviva en estos nueve años de reivindicaciones, trabajo y esfuerzo. Para quienes creemos en la movilización social como herramienta de reivindicación y participación ciudadana, vuestro logro nos ratifica y confirma que la ciudadanía organizada en busca de la consecución de un objetivo o un bien común tiene el poder de cambiar las cosas. Eso sí, con mucho esfuerzo y tesón, porque desde la calle jugamos en una liga inferior.
Ante la emergencia climática que particularmente estamos viviendo este mes de julio, con una ola de calor tras otra, defender y proteger el patrimonio natural y cultural de los ríos, los paisajes y su biodiversidad debería ser prioritario y norma de obligado cumplimiento ante cualquier actuación o proyecto que se plantee llevar a cabo en un entorno natural.
Ahora es la masiva instalación de proyectos eólicos y fotovoltaicos lo que nos preocupa por la afectación que puede suponer para el medio ambiente. Y aunque desde la DG de Medio Natural y Gestión Forestal hayamos aprobado 400 nuevos Planes Red Natura 2000, planes de especies y catálogo de líneas peligrosas, ahora les toca a otros decidir cuánta energía necesitamos y queremos producir o si queremos prestar nuestro territorio como si fuese un polígono industrial para el negocio de empresas privadas.
Nuestros vecinos de Aguaviva han demostrado que lloc uniu, riu salvat. Enhorabuena y gracias por no reblar. Gracias por permitirnos celebrarlo con vosotras.■
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