09 julio 2022

José Gil: «La Semana Santa de Alcañiz sobrevive gracias a las mujeres»

Pepe Gil con su último libro “La Semana Santa de Alcañiz”




Pepe Gil describe en un libro la “primera y principal” fiesta de la ciudad


José, Pepe, Gil, es un alcañizano de corazón encendido. Ha dedicado su segundo libro, aparecido en tiempos de jubilación, a desmenuzar la Semana Santa porque está convencido de que por Pascua se vive la fiesta “primera y principal” de esta ciudad en la que José Gil nació un día de Jueves Santo. Algo ha de tener la Semana Santa para que no le sea fácil del todo sobrevivir. Según Gil, que no concibe un alcañizano sin que sepa tocar el tambor, “la Semana Santa sobrevive gracias a las mujeres”. Ellas son al menos el 50% de los entunicados que procesionan por las calles de Alcañiz en los días santos. Por culpa de la pandemia y de otras circunstancias, la entrevista concedida por Gil a CyC aparece en lo calores de julio cuando ya no suenan los tambores. Aunque en el corazón de alcañizanos como José Gil nunca dejan de repicar. Por Ramón Mur


Parece como si la idea de escribir un libro sobre la Semana Santa de Alcañiz la tuviera desde hace bastante tiempo…

Llevo cuatro años con este libro en marcha, dándole vueltas porque cuando empiezas una obra así quieres dar con datos nuevos. Al principio, pensé en un libro sobre la Semana Santa de Alcañiz muy ceñido a la realidad. Pero luego, aunque no es un ensayo histórico, vi que había documentación más antigua desconocida y cuya publicación podía resultar atractiva para los alcañizanos de hoy. Pero llega un momento en que la investigación se hace tan exhaustiva que tienes que parar. Pero este es un libro de vivencias de la Semana Santa de Alcañiz más que un análisis de ciertos momentos históricos.


Cita usted a Cervantes: “Es la historia la madre de la verdad” Pero la de la Semana Santa parece una historia muy reciente, ¿no?

La Semana Santa tiene su origen en el siglo XVI. Al principio eran celebraciones muy sencillas, que ya venían de la Edad Media. Pero el arraigo de estas celebraciones no se produce hasta la llegada de los franciscanos que son los que la impulsan de verdad. Más adelante, del año 1700, existe un documento sobre la celebración del Descendimiento que tenía lugar en Alcañiz, Cariñena y otras poblaciones. Estos festejos religiosos son el prólogo de la Semana Santa tal y como hoy se conoce. De antes, se sabe que los calatravos celebraban la Pascua en el castillo de Alcañiz, según cuenta el historiador Santiago Vidiella.


“El hombre necesita símbolos”. ¿Por qué la Semana Santa está llena de símbolos necesarios para los alcañizanos?

Sobre todo, el tambor porque unido a la Semana Santa el tocar el tambor supuso la supervivencia de la Semana Santa precisamente porque en algunos momentos importantes, como los de la invasión napoleónica, durante la guerra de la Independencia, se prohibió tocar el tambor, lo que provocó en la población una devoción mayor hacia los tambores. Los toques de tambor están siempre muy vinculados a la música militar y existen testimonios de que Napoléón utilizó algún toque de Alcañiz, a pesar de haberlo prohibido en plaza.


La procesión del Pregón el Viernes Santo en la plaza de España de Alcañiz / Ayto. Alcañiz

 

¿Cuál es el mundo de José Gil en Semana Santa?

Yo nací en Jueves Santo y eso me marcó para vivir con tanta intensidad como que durante 40 años fui portador del Cristo del Silencio y el Sepulcro. Y claro eso te marca mucho porque vivir las procesiones desde dentro no tiene nada que ver con vivirlas desde fuera.


Este libro sigue la Semana Santa día a día. ¿Es una guía?

No, no es una guía. Es un libro que mezcla las vivencias propias, personales, con el desarrollo general de la Semana Santa entre la población. Pero ya te he dicho antes que tampoco es un libro de historia sino más bien de vivencias.


De la lectura de este libro se deduce lo mucho que usted quiere a Alcañiz.

Yo nací en Alcañiz y eso no lo elige nadie. Pero creo que cada uno es de donde quiere ser y yo escogí ser de Alcañiz hace ya muchos años. Aquí se ha desarrollado toda mi existencia y sí, claro, por supuesto que quiero mucho a Alcañiz.


En la Semana Santa de Alcañiz no se rompe la hora. “A las 12 del mediodía del Viernes Santo los alcañizanos se lanzan a la calle porque ha llegado el momento de gozar tocando el tambor”. ¿No es una muy original manera de romper la hora?

A mi más que romper la hora me gusta hablar de romper el silencio, que es lo que ocurre en las procesiones. Son momentos muy sentidos cuando los tambores callan y luego han de volver a sonar. Los tambores rompen el silencio al mediodía del Viernes Santo porque hubo tiempos en que hasta esa hora de ese día estaba prohibido tocar el tambor. Cuando en Alcañiz se rompe el silencio comienza la locura de tocar el tambor.


¿Cree que la Semana Santa ha dejado de ser religiosa y es ya un conjunto de celebraciones puramente civiles?

Es una mezcla de religiosidad y cultura. Es verdad que todo ha cambiado mucho. Yo nací al final de la Segunda Guerra Mundial y recuerdo de niño que había menos imágenes porque se habían destruido durante la guerra civil española. En aquella época la Iglesia tenía mayor poder de influencia que hoy. Ahora no ha desaparecido ni mucho menos la religiosidad pero existe una convivencia civilizada de los ritos religiosos con la tradición cultural.

Ramón Mur y Pepe Gil durante un momento de la entrevista

 
¿Qué mueve a seguir viviendo la Semana Santa con intensidad?

Yo creo que los alcañizanos ven la Semana Santa como la gran fiesta de Alcañiz. Esto no ocurre igual, por ejemplo, en las fiestas de los santos patronos, en septiembre, la Semana Santa es la fiesta de la concentración de los alcañizanos, que en estos días se concentran de forma especial, vivan donde vivan. Ahora mismo se ha producido un rotundo efecto pandemia que impidió la celebración de la Semana Santa durante dos años, y este año se ha producido una clara reacción de la ciudadanía a favor de recuperar una tradición interrumpida porque había más ganas que nunca de recuperarla y eso se ha notado, vaya que sí.


Es llamativo el orden que impera en las procesiones de Alcañiz. ¿Recogimiento o disciplina militar?

Yo creo que es la voluntad general porque todo salga bien. La verdad es que hay mucho recogimiento. ¿Por qué? Yo creo que es un sentimiento. No hay que olvidar que algunas cofradías, como las del Silencio y la del Nazareno, nacieron después de la guerra y surgieron de un grupo de teatro y de otro que sin ningún medio montó su cofradía. Los pasos entonces eran pequeños para ser llevados por cuatro hombres pero ya en aquellos años se empezaron a adquirir los pasos más regios y solemnes como los que había en Sevilla.


¿Los jóvenes alcañizanos saben qué es un cetrillero?

No lo sé. Pues a lo mejor lo han oído al principio de las procesiones. Pero hablando de jóvenes, en Alcañiz son las chicas más entusiastas por las Semana Santa que los chicos. Si no fuera por ellas, la Semana Santa no lo tendría muy fácil para sobrevivir. Tampoco es como para decir que todo sigue gracias a ellas. Lo que pasa es que las mujeres han pasado de tener prohibido salir en las procesiones a realizar de todo, hasta llevar los pasos más pesados. Ahora, el 50 por ciento de los entunicados que salen en la Semana Santa de Alcañiz son mujeres.
 

Hubo quien vaticinó que Motorland traería más visitantes que la Semana Santa. Pareció un disparate pero no se equivocó.

El problema de Motorland es que no se completó el proyecto. Estaba basado en investigación y desarrollo sobre tecnología que se compensaría con la construcción del circuito deportivo que no es, como alguien ha dicho, la joya de la corona. Al menos, no lo era en el planteamiento inicial. Lo decisivo hubiera sido que hubiera habido arriba más de 40 empresas que investigaran tecnologías vinculadas, además, a la Universidad de Zaragoza. ¿Qué las motos traen muchísima gente? Claro que sí. Pero yo insisto en que el mayor impacto social en Alcañiz lo produce la Semana Santa.
 

¿Le gustó que los tambores de Calanda aparecieran en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92?

Yo siempre fui contrario a que se tocara el tambor fuera de casa, no soy partidario de ir por los pueblos de “majorettes” con los tambores. Pero respeto lo que quiera la mayoría.


¿Cómo aguantó los años 2020 y 2021 sin Semana Santa?

Pues nunca me había pasado. Antes, en la guerra, sí que se suprimió la Semana Santa, pero eso fue antes de que yo naciera. Estos dos años pandémicos sin Semana Santa los pasé como pude porque se juntaron muchas situaciones adversas, como la muerte de mi mujer que sufrió un cáncer durante 13 años hasta que falleció en abril del 2021. Viví todo esto como en una nube, pero nube negra. Me tocó ir a Zaragoza con ella cuando no circulaba nadie por la carretera. En fin,..


¿El alcañizano que no ha tocado nunca el tambor es…?

Pues no te sabría decir. No me cabe en la cabeza un alcañizano que no toque el tambor. ¡Si es que es rara la casa en que no haya tres tambores!


¿En qué otras poblaciones ha tocado el tambor por Semana Santa?

Fuera de Alcañiz no he tocado el tambor. Aunque fui como concejal a muchas jornadas del tambor y el bombo que tuvieron lugar en otras poblaciones de Aragón o de fuera.


¿Semana Santa o fiestas de septiembre?

Semana Santa y si se lo preguntas a los alcañizanos el 90% te contestará lo mismo. En septiembre muchos se van a la playa. En cambio, en Semana Santa no se va nadie y vienen bastantes de los que viven fuera.


Este es su segundo libro sobre Alcañiz. ¿Habrá un tercero?

Sobre Alcañiz, no creo. Escribí uno sobre las calles y ahora este de la Semana Santa, pero la verdad es que yo no me considero un escritor propiamente tal. Soy un humilde alcañizano que ama mucho a su pueblo. Eso es todo.■

 

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