#DaríoSanz #CCOO - Reforma laboral, al final del día

Reforma laboral, al final del día

Ya han pasado los suficientes días como para poder realizar una reflexión más o menos serena sobre la parte política y práctica de la reforma laboral. Lo cierto es que a la velocidad que va la política o mejor dicho las redes sociales y los medios de comunicación parece que hayan pasado largos meses desde su aprobación. Hasta los detractores máximos de la misma y/o del gobierno de coalición por derecha e izquierda han cambiado el objetivo de su mira telescópica. 

Cuestión esta última que nos debería hacer reflexionar por sí misma. Lo cierto es que no pretendo hacer un análisis sobre cuestiones técnicas de la reforma, estadísticas, impacto etc. Mi intención es transmitir mi opinión desde un punto de vista más pegado a la calle, a los problemas laborales con los que nos encontramos la gran mayoría de los mortales, con los que tenemos que lidiar los sindicalistas que estamos a pie de tajo en nuestras humildes sedes comarcales y también expresar esta opinión sobre lo que supuso el trámite parlamentario, y el papel que a mi juicio le corresponde a cada una de las patas del tan alabado diálogo social.

Todo el que me conoce sabe que no me duelen prendas en ser autocrítico y crítico con propios y extraños. Soy de los que piensan que “el dialogo social” es una herramienta más a utilizar por parte del poder ejecutivo y de los diferentes gobiernos y administraciones y no un fin en sí mismo. Que no nos confundan, son los partidos los que tienen el poder ejecutivo y la obligación de cumplir los programas electorales, son ellos los que se presentan a las elecciones prometiendo la derogación integra de la reforma laboral y no los sindicatos. Nosotros tenemos como objetivo esa derogación pero ni nos presentamos a las elecciones, ni tenemos el poder ejecutivo en nuestras manos. Los sindicatos podemos firmar o no firmar, plantear conflictos colectivos, huelgas etc., pero siempre lo tenemos que hacer siendo realistas y teniendo en cuenta el contexto en el que nos movemos. Ahora mismo hay mucha gente dispuesta a twittear pero muy poca a participar y trabajar en la calle para generar el suficiente poder popular que obligue al gobierno central a cumplir su programa electoral. En esta última cuestión alguna responsabilidad tenemos tanto las organizaciones sindicales como los movimientos políticos de izquierda.

Al final del día lo único que alguien con conciencia de clase puede y debe plantearse es si con su voto está mejorando las condiciones materiales de vida de la clase trabajadora.

   

Por último, quiero plantear una serie de cuestiones y sus respuestas. Cuestiones que supongo también se harían en su momento los socios de investidura del gobierno que votaron no a la convalidación de la reforma. Compañeros con los que comparto discurso pero en este caso no el voto. Escuchando sus portavoces parece que en las comunidades autónomas donde ellos gobiernan hayan construido el paraíso socialista y no es así. Tienen los mismos problemas y contradicciones que el resto y están tan lejos o más de cumplir sus promesas. Al final del día lo único que alguien con conciencia de clase puede y debe plantearse es si con su voto está mejorando las condiciones materiales de vida de la clase trabajadora o está dejando en la cuneta de la reforma laboral de Rajoy del 2012 a la mayoría trabajadora de este país.

¿Mejora la realidad laboral de la clase trabajadora esta reforma? ¿Supone un avance? ¿Se van a beneficiar miles de trabajadores? ¿Equilibra la capacidad de confrontar con la patronal por parte de los sindicatos equilibrando la balanza negociadora? A todas estas preguntas se puede contestar de forma afirmativa y aun siendo pequeños los avances está claro que por una vez no es una reforma regresiva para los intereses de nuestra clase. Por lo tanto déjense de lecciones y cálculos electorales. Se puede dar el mismo discurso crítico y tener un mínimo de empatía con los que llevan sufriendo una legislación laboral retrograda y totalmente favorable hacia los intereses de la patronal en los últimos diez años. Al final del día se puede y se debe. No olvidamos.■

Darío Sanz

Secretario General CCOO Unión Comarca de Andorra