03 febrero 2022

#MartaPrades - Y el miedo cambió de bando

Y el miedo cambió de bando


El descontento ante la actuación del gobierno de turno, la denuncia frente a las desigualdades o una reivindicación laboral son motivos de sobra suficientes para la movilización ciudadana. La indignación y la rabia son un potente estímulo para conseguir que la ciudadanía se organice y salga a la calle a defender y reivindicar sus derechos.

Sin embargo, hace ocho años fue la ilusión el sentimiento que consiguió movilizar a millones de personas y organizarse en torno a un nuevo proyecto: Podemos.

Los años de bipartidismo habían generado un poso de clientelismo, puertas giratorias y corrupción, incluso decidieron anteponer los intereses de la deuda a los derechos de las personas. Pero la ciudadanía decidió que era el momento de dejar de rescatar a bancos y autopistas, para rescatar a las personas.

En enero de 2014, un soplo de aire fresco y energía revolucionó nuestro país y llegó hasta Alcañiz de la mano de Monedero. En un momento de hastío político, y en una charla para recordar, entendimos que era hora reinventar la política, de recuperar derechos desde la transparencia y la rendición de cuentas, con limitaciones salariales y de mandatos, poniendo coto a las puertas giratorias, sin deberle nada a los bancos; en definitiva, de poner la política al servicio de la gente.

Ese 31 de enero comenzó la andadura del Círculo Podemos Alcañiz. Y a partir de ahí nos organizamos. Y aprendimos a hacer política a través del debate y la participación, sumando opiniones de muchas personas, con y sin pasado político, con y sin experiencia en el activismo, pero con el convencimiento de que era hora de arremangarse y hacer política para que otros no la hagan por tí.

En estos ocho años hemos visto dimitir a gente, hemos visto a muchos políticos en el banquillo y a banqueros encarcelados. Hemos visto a jueces tener que ser juzgados.

Y todo eso mientras el SMI subía un 30% en tres años, bajaban las tasas universitarias, avanzábamos en derechos de libertad e identidad sexual, se ponía en marcha el IMV, eran aprobadas la Ley de Cambio Climático y la Regulación de la Eutanasia, se prohibía el despido por baja médica como causa objetiva, y se ponía en marcha el mayor escudo social en nuestra democracia para hacer frente a una pandemia, gracias al que los autónomos podían acceder a una prestación por cese de actividad. Y todo, porque el miedo decidió cambiar de bando.■

Marta Prades
Diputada Podemos Aragón

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