Estamos viviendo tiempos complicados en muchos sentidos. Últimamente escucho debates que pensábamos que teníamos superados como sociedad. Decir que eres feminista parece que genera posturas encontradas cuando cualquier persona demócrata debería sentirse feminista.
Cada vez que aparece este debate siempre hay alguien que dice eso de... no soy ni feminista ni machista. Algo que realmente es una comparación que no tiene ningún sentido. Seguramente el rechazo al feminismo surge, como es lógico, de quien desea mantener sus privilegios y ver tambalearse un orden injusto y discriminatorio. Hay que seguir explicando de manera incansable que el feminismo no es lo contrario de machismo o que las feministas no odiamos a los hombres en general. Aunque yo si que odio algunos hombres; a los que violan en grupo o de manera individual, a los que maltratan y amenazan a sus mujeres, al jefe que nos paga menos por ser mujeres, a los que acosan, a las personas que cuestionan a las víctimas y las culpabilizan. Y eso si que es algo que me ha enseñado el feminismo, colocarme esas gafas violetas y detectar el machismo en estado puro.
No queremos ser ni más ni menos, sólo compartir una vida con nuestros compañeros y amigos en igualdad. Seguiremos proclamando la lucha de las mujeres por un mundo mejor y más justo. Seguiremos utilizando al feminismo como herramienta que nos siga permitiendo crear y construir derechos universales como el derecho al voto, la coeducación, a decidir sobre nuestro propio cuerpo, la igualdad salarial, nuestra libertad sexual o tener unas vidas libres de violencia.■
María Milián San Nicolás
Concejal IU-Ganar Ayto. Alcañiz
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