09 enero 2022

#Accattone - El diario del bloqueo


El diario del bloqueo

Andrey Zaitsev (2020) – Rusia


No soy muy amante de las películas de acción y sin embargo, cada vez que se estrena alguna película sobre la Primera o la Segunda Guerra Mundial me entra un inconsciente e irrefrenable deseo de verla. El problema es que este tipo de películas proliferan en demasía, la mayoría abusan de los efectos especiales y se pasan por el forro el rigor histórico, así que para mí es fácil separar el grano de la paja, a los pocos minutos del metraje me puedo aventurar sin temor a equivocarme si la película va a ir directa al cajón del olvido o, por el contrario, merece la pena ser recomendada, como es el caso.

Así que os quiero proponer que veáis la película rusa El diario del bloqueo que os aseguro me ha impresionado como hacía tiempo no ocurría con ninguna película de cualquier género. Después de salir del cine volví a sentir esa sensación de que la película me había sobrepasado por completo, lo cual es sinónimo de que el director ha conseguido su propósito. La película está dirigida por Andrey Zaitsev, bastante premiado en su país, pero apenas conocido fuera de él pese a tener ya seis películas bajo el brazo. Esperemos que con El diario del bloqueo la cosa se remedie. De momento los premios siguen cayendo: Premio al mejor director en el Festival de Pekín y el Gran Premio Del Jurado y el Premio del Público en el Festival de Moscú.

La película nos cuenta el asedio de la ciudad de Leningrado desde las vivencias de Olga, una civil que como la totalidad de sus conciudadanos sufrió el bloqueo por parte del ejército nazi durante casi 2 años y medio, aunque la película se centra solo en el primer invierno de los tres que tuvieron que soportar. El ejército alemán intentó tomar la ciudad de Leningrado -actual San Petersburgo- pero se encontró con más resistencia de la esperada, así que ante la imposibilidad de tomar la ciudad rápidamente idearon una macabra estrategia que consistió en bloquear totalmente la ciudad para que el hambre y el frío hicieran rendirse al Ejército Rojo y a la población civil. Más de 2 millones y medio de civiles quedaron encerrados como en una ratonera. Los alemanes se encargaron de bombardear los almacenes de alimentos confiando que la población no aguantaría el primer invierno, un invierno que alcanzó temperaturas mínimas históricas, lo cual ya es mucho decir en esas zonas. Pero la naturaleza humana es sorprendente y el nivel al que un ser humano puede aguantar el sufrimiento parece irreal en esta película.

Y es de eso de lo que trata fundamentalmente la película, de llevarnos junto a Olga, la protagonista, en ese viaje suicida que inicia para intentar despedirse de su padre. Un viaje aterrador que nos va encogiendo el alma lentamente, como los pasos que va dando sobre la inmensa manta de hielo y nieve que cubren una fantasmal ciudad de Leningrado. Una puesta en escena sobrecogedora y la espectral fotografía en blanco y negro de la película hacen que el frío, el hambre, y la miseria, se nos claven hasta el tuétano, y ese fantasmagórico desfile de almas en pena nos produzca una mezcla entre horror y desolación como pocas veces vamos a sentir.

El director sabiamente utiliza los sueños y los pensamientos de Olga para darnos un poco de luz y de calor, y al igual que para Olga, es un clavo ardiendo al que nos tenemos que agarrar para poder soportar la dureza de la película. Los diálogos son escasos, como las fuerzas que les quedan a los habitantes de la ciudad. Así que el hilo conductor de la película es el diario de Olga narrado con voz en off. Un diario que su propia protagonista, la poetisa rusa Olga Bergholz, convirtió en novela y ha sido el argumento de esta película en la que no hay nada ficcionado, todo es real e incluso se han omitido otros execrables hechos que ocurrieron durante el asedio.■

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