Entornos solidarios y amigables con las demencias (3)
Continuando con este proyecto de información y sensibilización social en torno a la enfermedad de Alzheimer y las demencias, os ofrecemos una 3ª y última entrega de esta campaña nacional, desarrollada desde nuestra Confederación Estatal (CEAFA), para ayudar a construir sociedades amigables e inclusivas ante las personas y familias que las sufren.
Quisiéramos recordar que el inicio de este tipo de patologías es bastante complicado de reconocer, pero conforme avanzan son numerosos los signos que nos hacen sospechar que una persona pueda padecer una demencia. Si identificas alguno de estos síntomas en una persona de tu familia contacta con su médico e insiste para que le vea el especialista (neurólogo). Si la persona que presenta sintomatología sospechosa es alguien de tu entorno, no dudes en comentárselo a un familiar de referencia. El diagnóstico precoz y la intervención temprana, son factores clave para paliar el ritmo de avance de estas enfermedades que causan la mayor tasa de dependencia en nuestro país.
Como puedes ver, estas personas son pacientes muy vulnerables y frágiles. Por ello, se trata de un colectivo más expuesto a abusos y posibles malos tratos tanto físicos como psicológicos. El avance de la enfermedad provoca el aumento de las limitaciones de la persona, el incremento del nivel de dependencia hacia sus familias y/o cuidadores y una mayor indefensión, lo que provoca que el enfermo quede expuesto a los valores, educación y humanidad de terceros.
Detectar el maltrato es complicado, en muchas ocasiones, debido al aislamiento que sufren estas personas, su negación o incapacidad de comunicarlo, la escasa concienciación de algunos profesionales y la discriminación que habitualmente sufre este colectivo.
Por ello, es necesario que todos, profesionales, familiares y la sociedad en general, tomemos conciencia del maltrato que muchas de estas personas padecen, puesto que existen numerosas definiciones sobre el concepto del maltrato. Una de ellas, es tratar con crueldad, dureza y desconsideración a una persona. Otra es el comportamiento violento que causa daño físico o moral. Existen distintos tipos de maltrato; negligencia, físico, psicológico, violación de los derechos fundamentales, maltrato sexual, financiero y abandono.
La implicación y compromiso de la ciudadanía resulta fundamental. Debemos prestar atención a cualquier indicador que pueda alertarnos de algún tipo de maltrato y denunciar cualquier situación de la que se tenga conocimiento. Hay que recordar, qué cualquier persona que presencia la comisión de un delito tiene la obligación de denunciarlo ante la policía, juzgado o fiscalía.
Para ello, en nuestra comunidad está a disposición el teléfono del mayor: 900 252 626, o bien el teléfono de emergencia, 112.
Reconocer a las personas con demencias y ser capaces de empatizar con ellas; ponernos en la piel del enfermo, pensar cómo nos gustaría que nos trataran o, cómo nos gustaría ser cuidados en el caso de perder nuestra autonomía y capacidad de decisión, son aspectos clave para no deshumanizar el trato a estas personas.
No podemos olvidar que las demencias son la primera causa de dependencia entre nuestra población, por lo que tenemos mucha probabilidad de convivir y/o cuidar de una persona afectada por este tipo de enfermedades. Al igual que padecerlas, al final de nuestro ciclo vital.
Por ello es importante tener este tipo de información, así como elaborar el Documento de Voluntades Anticipadas, y dar a conocer a nuestros familiares y allegados la manera en la qué queremos ser cuidados sí un día nos toca vivir con una enfermedad tan limitante para el ejercicio nuestro derecho de autonomía, como es una demencia.
Todos, podemos caer en las garras del monstruo del olvido, pero nunca debemos de deshumanizar el trato hacia las personas con deterioro cognitivo. Quizás no puedan manifestar sus deseos, pero siguen siendo PERSONAS, esas que tú y yo fuimos; esas, que tú y yo, conocimos.■
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