08 mayo 2021

#AmorPascual: «He tenido suerte en mi vida al encontrar en muchos momentos personas maravillosas»

Amor Pascual en el "Balcón del Loreto"

Amor Pascual, psicóloga de profesión. Reparte su desempeño profesional entre su gabinete de psicología y como orientadora en el colegio de la Inmaculada de Alcañiz. Casada y madre de un hijo de 7 años. Fue alcaldesa de Alcañiz del 2007 al 2011por Izquierda Unida. Y aunque actualmente fuera de la política oficial sigue participando en la vida social de la ciudad, entre otras cosas, como miembro de prestigio del Consejo la Ciudad además de seguir siendo una de las personalidades de referencia del Bajo Aragón Histórico. Entrevista: Ramón Mur. Fotos: Michael Romano -Click Foto-

Vive y tiene su despacho-consulting de psicóloga en un punto tan histórico de Alcañiz como el Portal del Loreto donde está la calle dedicada al escolapio alcañizano Padre Antonio Vidal (1896-1922) y que es donde me encuentro con Amor Pascual Carceller, alcaldesa de Alcañiz por Izquierda Unida/IU entre 2007 y 2011. Después de diez años, apartada del mayor ruido político, resulta evidente que sigue muy atenta a la actualidad, tanto que ella mismo dice que “la pasión política no desaparece jamás”. Antes de entrar en la entrevista, y también en varios momentos a través de ella, Amor Pascual subraya que “yo he tenido mucha suerte a lo largo de mi vida”. Tiene mérito hacer público este reconocimiento porque no es que toda su trayectoria pública haya sido un camino de rosas. Pero ella insiste en que “yo me he encontrado con personas maravillosas en bastantes ocasiones, lo cual es una suerte, claro está”. Con esta mujer afortunada pego la hebra, durante hora y media para CyC, sobre la vida política de aquí y de allá, recordamos momentos que parecen más lejanos en el tiempo de lo que son y todo se resume en la frase de que si volviera a ser alcaldesa empezaría por “intentar promover, otra vez, lo más posible la participación ciudadana en la gestión municipal, que creo que se ha apagado un tanto en los últimos años”.



Usted vive ahora fuera de la política por completo o se ve como mujer política hasta la muerte?

La pasión política no desaparece jamás. Es inevitable que no te conmuevan cosas que suceden a tu alrededor, que aparecen por televisión, noticias que salen en la prensa. A quienes nos ha apasionado la política lo sigue haciendo siempre, aunque ya no sea como una dedicación profesional.


¿Cómo se ve la gestión municipal desde fuera?

Desde que yo dejé la alcaldía, la gestión municipal en Alcañiz ha pasado por diferentes momentos pero creo que ahora se puede mirar con bastante más optimismo porque se intenta llegar a las situaciones más concretas y cercanas, se pretende estar cerca de los ciudadanos. Y en ese sentido pienso que se ha mejorado mucho y se está trabajando incluso en proyectos que a nosotros no nos dio tiempo ejecutar, como la residencia de ancianos que consideramos fundamental. Otros objetivos se bloquearon de forma abrupta en un momento dado pero, al parecer, se han retomado en este momento. Es verdad que nosotros queríamos una nueva residencia pública y la que se va a hacer en unos meses es de titularidad concertada pero lo importante es que se convierta en realidad porque es imprescindible que Alcañiz cuente con una residencia de ancianos más porque la necesidad en toda la comarca es muy grande. Y cada vez será mayor. Nosotros teníamos un proyecto bastante definido de forma que las personas que fueran perdiendo facultades progresivamente pudieran ir a las viviendas de mini apartamentos para mayores que construimos cerca del IES y de allí luego pasarían a una residencia municipal para cuya construcción se firmó un compromiso con el Gobierno de Aragón. No había dinero pero el compromiso existió y hoy se ha vuelto a recuperar.

«Con todo mis respetos, entre la gestión del alcalde anterior y la del actual, no hay color. Yo comparto más la opción de izquierdas de Urquizu»

   

¿Mejores los ocho años de Gracia Suso que los dos a punto de cumplir de Ignacio Urquizu?

Con todos mis respetos, no hay color. Yo creo que Ignacio Urquizu tiene una voluntad de trabajar por el bien de los ciudadanos mayor que su predecesor y tiene una opción de izquierdas que yo comparto más. Está teniendo sus aciertos y errores también y sus resbalones. Con el Instituto de Estudios Humanísticos/IEH creo que lo ha hecho mal, ahí se ha equivocado.


¿Cree que Alcañiz es conservador y de derechas por naturaleza?

Yo ya no sé lo que es Alcañiz. Así pensaba yo de mi pueblo, que era principal y mayoritariamente conservador y de derechas. Pero resulta que Izquierda Unida/IU ganó unas elecciones. No es que obtuviéramos la alcaldía, que también, es que ganamos las elecciones municipales de 2007, fuimos los más votados, algo de lo que parece que nos olvidamos. ¿Fue algo excepcional? Es verdad, pero también ahora ha vuelto a ganar el PSOE, que es una izquierda moderada, pero ahí está.


Por su profesión, ¿entiende que es posible que los políticos pueden llegar a provocar depresión social?

Los políticos pueden llegar a provocar muchas tristezas y preocupaciones, a veces sin querer. Con sus declaraciones, con sus actuaciones… En el mejor de los casos plantean ilusiones que luego se frustran. Hay gente que les cree tanto que luego se desilusionan. A ciertas personas les afectan mucho las decisiones que toman otros.

«Los cierres perimetrales, durante la pandemia, han hecho sufrir a muchos vecinos también en pequeñas poblaciones, pero en general creo que la prueba se ha superado mejor en el medio rural que en el urbano»

   


¿Usted procede de una típica familia de izquierdas?

Mi familia era humilde y tengo familiares cercanos profundamente conservadores. Pero mi bisabuelo materno fue alcalde republicano en Olocau del Rey durante la II República. Mi abuelo materno tenía una conciencia política muy alta y en la transición fue del partido socialista en Castellón. Luego nosotros, mi hermano y yo, comenzamos a participar en plataformas sociales, como la que se formó contra la OTAN, el grupo ecologista, Teruel existe, Foro por la Paz, etcétera. Hasta que decidimos crear la primera agrupación local de Izquierda Unida, yo tenía 21 años, mientras mi hermano fue concejal a los 26. Había habido agrupaciones del PCE en otros pueblos pero en Alcañiz nunca lograron hacer listas electorales durante muchos años. Bueno, pues todo viene de aquellos tiempos en que un grupo de jóvenes comenzamos a crear la asamblea de Izquierda Unida en Alcañiz.


¿Cómo ve a Alcañiz en el conjunto del Bajo Aragón histórico?

¿Ahora? Yo creo que Alcañiz tiene que hacer de motor de los pueblos de alrededor y solo cumple ese papel a temporadas. Y lo que hay que intentar es evitar que nos hagamos competencia. La gente de los pueblos se mueven mucho por Alcañiz y los alcañizanos salimos poco y cuando lo hacemos es a Zaragoza. De mi época de alcaldesa recuerdo que iba por los pueblos y se sorprendían de mi presencia pero yo decía: si vosotros me invitáis por qué no voy a venir a vuestras ferias y fiestas de la misma manera que vosotros venís a participar en nuestros acontecimientos. Pedimos que los pueblos vengan y nosotros apoyamos poco a lo que se hace en los pueblos de nuestro entorno.


¿La pandemia está siendo peor en el medio rural que en el urbano o al revés?

¡Buff! Yo creo que en el medio rural tenemos la suerte de tener espacios abiertos, vivir cerca del campo, tenemos más facilidad para respirar y para movernos que en una gran ciudad. Es cierto también que en pueblos más pequeños los cierres perimetrales han podido afectar más a los vecinos que en Alcañiz, por ejemplo. Pero no quiero pensar lo que tiene que ser, en las actuales circunstancias, vivir en Madrid y tener que coger el metro todos los días. Aquí nos faltan muchas cosas, ciertos servicios de los que disfrutan en las grandes ciudades. Pero tenemos la suerte de vivir en una ciudad, a medio camino entre el descampado y el medio ultra urbano.

«Hay muchas familias extranjeras que se han integrado bien en Alcañiz, aunque la realidad es de dos mundos distintos que viven en paralelo y los alcañizanos deberíamos hacer mucho más por lograr una integración más perfecta»

    

¿Está de acuerdo con los pronósticos que hace su compañero de partido y en el Ayuntamiento de Alcañiz, Miguel Ángel Gracia, en el libro ‘Viaje a terminus’?

Espero que no acierte en todo. Lo he leído y me gusta porque creo que Miguel Ángel plasma una visión de la provincia de Teruel ante el futuro de una forma muy realista. A veces nos parece que la prosperidad radica en cambiar lo que tenemos por algo mejor y quizá la prosperidad consiste en poder seguir viviendo como vivimos ahora. Si estamos bastante felices, si vivimos bien… Yo vivo bien en Alcañiz, claro que quisiera tener mejores comunicaciones, más y mejores servicios. ¿Qué es lo que esperamos? ¿En qué macro o grandioso proyecto estamos confiando? Algunos políticos hablan como si tuviéramos que esperar un salvador que viniera a sacarnos del hoyo. Yo creo que vivimos bien en esta tierra, la prosperidad, con algunas mejoras, la tenemos ya en la mano, por fortuna. Yo creo que Miguel Ángel plantea eso: nadie tiene que venir a salvarnos de nada, ya estamos salvados, y necesitamos muchas mejoras para seguir progresando pero no es imprescindible que vengan grandes empresas multinacionales como para convertirnos en una macro-ciudad. No aspiramos a ser ni Madrid ni Zaragoza.


¿Cómo vio y cómo valora la entrada de la plataforma ‘Teruel Existe’ en la política activa?

Yo reconozco que la victoria de TE fue una gran sorpresa como también me sorprendió que la plataforma diera el paso de entrar en la política activa y de convertirse en una agrupación electoral, muy similar a un partido político. Esa fórmula, los dirigentes de TE la habían rechazado durante muchos años. Y respecto a la valoración actual, creo que están bastante acertados en el papel que tienen que jugar en defensa de los intereses de toda la provincia.


Usted fue diputada provincial. ¿Es verdad que Teruel capital vive lejos de todo?

Justo la Diputación Provincial intenta ejercer ese papel de ayuntamiento de ayuntamientos, de forma que sea una institución más provincial que capitalina. Pero esto de la centralización es algo que se produce en todas las naciones y comunidades autónomas también. Lo que pasa es que esta es una provincia tan extensa como despoblada y hay que cuidar especialmente que todos los pueblos tengan verdadera participación en la máxima institución provincial. Y creo que se procura que sea así, que haya una visión de conjunto de lo que es el territorio provincial. De hecho, los presidentes de la DPT son, por lo general, de los pueblos más que de la capital.


«Los medios de comunicación, tanto nacionales como locales, son correas de transmisión del poder y del dinero que se mueve a su alrededor»

 

También le correspondió formar parte del Consejo de Administración de Motorland. ¿Y…?

¡Psh…! Puedes ponerlo así: ¡Psh…! Yo he sufrido mucho en esos consejos de administración de Motorland … por pedir la información a la que tenía derecho como consejera. Me negué siempre a tener que votar sin ver los documentos o a que se entregara una documentación de 300 folios la tarde anterior a la reunión del consejo. Y, directamente, lo que se decía era que allí se estaba para ir todos a una y que no hacía falta leer nada antes. Tal cual. De hecho, los consejos se tenían que reunir aquí y así se hizo al principio. Pero al poco tiempo de estar yo, se trasladaron a la sede del IAF en Zaragoza cuando aquí había un maravilloso espacio que había sido creado para las reuniones del consejo. Existía un intento deliberado de que no se transmitiera información sobre Motorland.


Recuerdo lo mucho que le molestaba que se dijera eso de que los alcañizanos tienen gasolina y no sangre en las venas…

Es verdad que me molestaba porque decir eso me parece que es simplificar mucho los intereses de los ciudadanos de Alcañiz. Es verdad que aquí hay mucha gente aficionada a las carreras y partidaria de Motorland, pero existen otros muchos intereses o valores sociales y culturales. Decir eso de la gasolina en las venas me parece simplificar mucho. Por otra parte, en torno a Motorland, todos teníamos la confianza de que al parque tecnológico vinieran empresas y otros servicios colaterales. Pero no ha sido así y no parece que vaya a cambiar la situación.


Como alcaldesa apoyó mucho al Instituto de Estudios Humanísticos. ¿Qué piensa de la polémica que se ha levantado en torno al IEH?

Yo creo que es, sobre todo, una polémica innecesaria. El IEH lleva muchos años jugando un papel muy importante en la investigación de temas humanísticos, sociales, culturales, etcétera. Y es algo que se hace en esta ciudad a coste cero, prácticamente, para el Ayuntamiento. Todo lo que ha hecho y hace este grupo de científicos por la ciudad le ha salido a Alcañiz casi gratis. Las tesis doctorales que aquí se han defendido, las publicaciones del IEH han dado nombre a Alcañiz con mucho esfuerzo y mucha ilusión de los miembros del instituto… Todo es beneficio para la ciudad y el director del IEH, Pepe Maestre, realiza, desde hace más de 25 años, un trabajo digno del mayor reconocimiento. Este conflicto ha sido un error porque ha provocado una confrontación penosa y supone uno de los mayores resbalones cometidos por el actual equipo de gobierno municipal. Si el Ayuntamiento actual quiere promocionar otro tipo de investigaciones y estudios, me parece bien. Pero se trata de sumar, no implantando algo al margen de lo que existe y tiene vida desde hace años.


La comarca del Bajo Aragón está a punto de cumplir 20 años. ¿Qué valoración cree que se merece la comarcalización aragonesa en líneas generales y que resultados se han conseguido, en particular, en la Tierra Baja?

Cuando se aprobó la Ley de Comarcalización se planteó redistribuir las competencias entre las comarcas y las diputaciones provinciales, sobre todo, para reordenar la administración pero creo que existe una duplicidad de funciones que se solapan. Así es muy difícil lograr una buena gestión. De hecho, en la Ley de Comarcalización estaba prevista la necesidad de acabar con la duplicidad de competencias, pero está claro que no se ha cumplido esa previsión.


¿El cierre de la térmica de Andorra va a tener más y peores consecuencias que las esperadas?

Espero y deseo que el cierre de la térmica no acarree todavía peores consecuencias porque ya son muchas las que ha producido y sigue ocasionando. Todos sabíamos que las repercusiones del cierre iban a ser tan nefastas que producirían la pobreza de muchas familias de la zona porque detrás de Andorra vamos todos los pueblos del entorno. La interacción que se produce entre las localidades de una comarca como la nuestra es muy intensa. Alcañiz vive de la vida de los pueblos que lo rodean y de Andorra en especial.

«Sufrí mucho en el Consejo de Administración de Motorland por… ¡pedir información

  

¿Cómo ve los movimientos migratorios en el Bajo Aragón después de transcurridos tantos años desde la llegadas de trabajadores extranjeros?

Creo que es una suerte que en nuestra zona podamos contar con personas que vienen de fuera porque colaboran en el crecimiento y desarrollo de nuestro territorio. Si ellos no vinieran, algunas tareas no se desarrollarían. Además, en muchos casos estamos viendo cómo familias que vienen a pueblos muy pequeños están haciendo que las escuelas, el bar y la tienda sean servicios que sigan abiertos. En este sentido, creo que las personas que vienen de otros países lo que están haciendo es ayudarnos a mantener la población y algunos de nuestros servicios. A cambio, nosotros tenemos que favorecer su adaptación su inclusión, que se sientan integrados en nuestra sociedad.


¿Y lo hacemos?

No. Yo creo que no lo hacemos, deberíamos hacerlo. De hecho, hay familias que ya llevan más de veinte años aquí, donde sus hijos han nacido, y creo que en algunos casos se puede decir que se han integrado bien. Pero se trata de un proceso muy lento, que no lo facilitamos demasiado, en general. Vivimos mundos paralelos: los de aquí y los de fuera, en lugar de fomentar una mejor convivencia. Aunque hay que decir que con mucha normalidad hay mujeres que hacen tareas como cuidar de personas mayores. Convivimos sin traumas, con normalidad, pero en mundos separados. Lo que sí se nota en el Colegio, como el de las Anas en el que yo trabajo, que hay familias de migrantes que se integran mejor unas que otras. En un centro como este, que es católico, tenemos alumnos de nacionalidades muy distintas y de culturas o creencias muy diferentes a la nuestra pero en el colegio se respetan todas las nacionalidades y todas las ideologías.

«Me parece innecesaria la polémica que se ha montado en torno al Instituto de Estudios Humanísticos/IEH. En este asunto, el alcalde se ha equivocado»

   

Hay quien afirma que la democracia es ahora mismo muy débil en los medios de comunicación españoles. ¿Está de acuerdo?

Totalmente de acuerdo. Porque, además, yo he sufrido esa fragilidad democrática, por decirlo suavemente, de los medios de comunicación. Es penoso, pero es así. La democracia de los medios es débil porque hay muchos intereses de dinero y de poder a su alrededor. Y muchos medios de comunicación se han convertido en correa de transmisión de ese dinero y de ese poder. Esto pasa igual en medios a nivel nacional como local. No hay más que ver la de noticias reiteradas y repetidas en todos los medios hasta la saciedad, mientras otras informaciones de no poca importancia brillan por su ausencia. La verdad, es que el panorama de la prensa en España es horroroso, en este momento.


Si volviera a ser alcaldesa, ¿por dónde empezaría?

Je,je,je. Intentaría recuperar parte de la ilusión y participación de nuestra primera época en el Ayuntamiento. Aquello fue muy bueno y creo que esa explosión participativa de los ciudadanos se ha apagado bastante.


¿Las mujeres lo tienen mejor o peor en Alcañiz que en otra parte cualquiera?

Las mujeres lo tenemos parecido en general, en todas partes. La gran diferencia no se da entre hombres y mujeres solo sino también entre mujeres de mayor poder y mujeres de menos, mujeres de una clase social y de otra. No solo es cuestión de diferencia de género. Ahora, si me preguntas por lo que ha cambiado el panorama general en este aspecto creo que ha sido muchísimo. Aunque falta por avanzar mucho en lo que son las diferencias de clase, sobre todo. Pero cuando yo empecé en política, hace casi 20 años, el trato que recibíamos las mujeres, incluso en las instituciones de las que formábamos parte, era muy machista, muchísimo más que en la actualidad.■

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