10 mayo 2021

#Accattone - My Mexican Bretzel




Este mes os presento la gran sorpresa, en mi modesta opinión, de los Premios Goya del cine español. Se trata del documental My Mexican Bretzel que, aunque no consiguió ninguna estatuilla, estuvo nominado a mejor documental y mejor dirección novel.

En primer lugar, os recomiendo que no busquéis ningún tipo de información sobre este documental aparte del que vais a poder leer en este artículo; es más, yo os recomiendo que no lo hagáis con ninguna película, porque la cantidad de información a nuestro alcance hoy en día es tal que nos ponemos delante de la pantalla demasiado condicionados. Siempre es mejor ver una película sin apenas conocer nada sobre ella y percibirla sin ningún tipo de prejuicio si queremos poder emitir sobre ella un juicio de valor personal e intransferible, es decir, verla sin ninguna expectativa para poder disfrutarla más. Así que simplemente os voy a poner en situación para que os pique el gusanillo y os acerquéis a esta original y creativa manera de hacer cine -en este caso documental- que nos propone con este su brillante debut la directora Nuria Giménez Lorang.

El origen de este documental está en el viaje que hicieron la directora y su madre a casa de su abuelo en Suiza tras su fallecimiento. Allí, al recoger sus pertenencias encontraron en el sótano medio centenar de bobinas de cine que recopilaban momentos de la vida de sus abuelos: viajes, celebraciones, etc. En total la directora tenía a su disposición unas 30 horas de grabación que tuvo que digitalizar y montar hasta dar forma a esta pequeña maravilla que es My Mexican Bretzel. Así pues, la película es un homenaje a sus abuelos, ¡y qué homenaje! Seguro que si la pudieran ver estarían muy orgullosos de su nieta y de lo que ha conseguido con ese material y probablemente se quedarían boquiabiertos, como un servidor, al acabar de verla.

Así que prepárate para una sesión de vídeos caseros y familiares, pero no temas, no te aburrirás ni pasarás vergüenza ajena como cuando vas a casa de algún conocido y te clavan a traición el vídeo de su boda o, peor aún, el de la comunión de su hija. Sin necesidad prácticamente de sonido y con subtítulos cual si fuera una película muda el documental, que parece que pasa a convertirse en una película, te va atrapando hasta el final y ya no te soltará jamás.

El montaje de la película es notable, las imágenes y situaciones nos trasladan a esa Europa de los años 40 y llega hasta los años 70, pero lo que realmente realza la película es un excepcional guion que hace que las imágenes y las atmósferas a las que nos conduce la película resalten todavía más. Como ya os he dicho la música casi no existe y el sonido ambiente aparece en pocas ocasiones. En mi opinión, quizás sí que se echa en falta algo de sonido ambiente, pero es sólo mi apreciación personal. Otro gran acierto de la directora es haberse decantado por contarnos la historia con subtítulos y no haberlo hecho con una voz en off, que hubiese resultado monótona y cargante. Así, el documental se convierte en una especie de novela que vamos leyendo mientras vemos las imágenes de la vida de los abuelos suizos de la directora.

Encomiable el trabajo de más de seis años de recopilación, digitalización y montaje que hace de My Mexican Bretzel un producto original y se convierte en un soplo de aire fresco en el panorama del cine nacional e internacional me atrevería a decir. Un documental que, aparte de sus abuelos, homenajea al cine clásico, a las grabaciones caseras (el instagram de los años 40), las novelas de amor, y nos deja con ganas de seguir las enseñanzas de ese sabio, escritor o filósofo desconocido que tanto cita su abuela.■

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