02 febrero 2021

#cyc74Editorial - Es el mercado, amigo

La campaña de vacunación se está retrasando y en algunos países ni ha empezado.

La crisis sanitaria provocada por el covid-19 y la ¿inevitable? crisis económica que la ha seguido nos está dando muchas lecciones sobre aspectos sociales, sanitarios y económicos que en la época anterior al covid no éramos tan conscientes como ahora.

La avasalladora campaña que desde los años 80 del siglo pasado se ha ejercido en contra de lo público o estatal, ha debilitado los cimientos de los estados, infradotando o vendiendo a precio de saldo gran parte de sus entramados de empresas y servicios públicos que pasaron a manos privadas.

Ahora cuando han venido las “vacas flacas” y los estados tienen que dar respuesta a los desafíos que esta crisis sanitaria está produciendo nos encontramos como un guerrero que va a la batalla sin espada ni escudo.

¿Alguien entiende que en esta tercera ola se siga hablando de la escasez de camas UCI, después de un año de pandemia? ¿Por qué no se han puesto los medios durante este último año, para que no escasee este recurso sanitario?

¿Alguien entiende que nuestros alumnos de secundaria o universitarios sigan con una asistencia a clase presencial del 50%, sin que el estado ponga encima de la mesa los recursos para seguir con una asistencia normalizada, sin que peligre la salud de los alumnos?

¿Alguien entiende que las tres vacunas que se van a inyectar en Europa sean de patente privada y que no hayamos sido capaces de generar una vacuna de propiedad pública que evite los chantajes de las farmacéuticas privadas?

Como diría nuestro ex-ministro de economía Rodrigo Rato: “es el mercado, amigo”.

Pues toma mercado. Cuando necesitamos una respuesta robusta en personal, medios e infraestructuras sanitarias para dar respuesta a esta pandemia nos encontramos con escasez de personal, sobrepasado, precarizado y con falta de medios.

Cuando necesitamos reducir las ratios de las clases para evitar contagios, nos encontramos con institutos y colegios colapsados y sin personal docente extra para poder reducir las ratios manteniendo la asistencia diaria.

Y esta es la mejor. Cuando necesitamos una vacuna generada con recursos públicos para la inmunización masiva de la población, dejamos a los laboratorios privados, ayudados con fondos públicos, que nos vendan su vacuna, produciendo problemas de abastecimiento y alza de precios… “es el mercado, amigo”.■

  

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