02 agosto 2020

#EduardoEgea - Conversión al nihilismo

Eduardo Egea. PAR Alcañiz

nihilismo. (Del lat. nihil, nada, e -ismo). 1. m. Negación de todo principio religioso, político y social. 2. m. Fil. Negación de toda creencia


En esas estamos.

Antiguamente, la creencia firme en todo lo superior a nosotros nos tenía totalmente dominados pero a la vez, tranquilos. Todo tenía explicación y todo tenía un fin último por el cual no teníamos que padecer.

Dios. Dios todo lo sabe y todo lo puede. Como ya está dios, para que me voy yo a complicar en pensar. Y si en todo caso veo a dios muy lejos, ya tengo por aquí sus representantes para decirme de que va el tema: obispos, reyes…

¿Que se me quema la cosecha y me viene una plaga?, dios proveerá. ¿Qué me dice mi rey que hay que echar a los sarracenos que es lo mejor para todos?, pues hala, me cojo una lanza y a las Navas de Tolosa.

Ahora es el hombre quien manda (perdonad, me entra la risa).

Conseguimos cuestionarnos la superioridad divina, nos dimos poder a nosotros mismos, nos quitamos las cadenas opresivas de hierro cochambroso… y por fin los hombres listos (que no inteligentes) se pusieron a mover el mundo regalándonos unas cadenas menos pesadas, de oro, con peluche por dentro para que no nos rocen las muñecas… pero cadenas.

Y comenzó la mejor y autocomplaciente doctrina que podíamos adoptar: el nihilismo.

Yo no me creo nada, todo es mentira.

¿Hay rebrotes en toda España pero en Madrid no?, bah, no me lo creo. ¿En China hay solo 4000 y pico casos de Covid?, bah, mentira. ¿La mascarilla esta tan incordiante de verdad sirve para algo? bah, que la lleven otros. ¿Antes del Covid estábamos entrando en una crisis y ahora nos prometen los miles de millones de las ayudas como si fueran rosquillas? bah, claro, los imprimirán y listo. ¿Los muertos oficiales en España? bah, imposible, hay muchos más…

Y así vamos por la vida. Sin creer nada. Todo es cuestionable. Claro. Y es que además, la mayor parte del tiempo, tenemos razón.

Y menuda jugada hemos hecho ¿eh?. Ahora no hay mayor verdad que decir que no hay verdad. Y como todo es mentira, y como nada es controlable, nuestra única seguridad es nuestro orgullo al “descubrir” todas estas maniobras de los que gobiernan y por eso, una vez descubiertas, nos encontramos de nuevo en paz, ante el conocimiento de la mentira, sin cuestionarnos si quiera que se pueda cambiar algo. ¿Para qué? Si todo es mentira…

Es lo mismo que ver una peli con final impactante como el de Seven o el del Sexto Sentido y que te cuenten como acaba. Como ya lo sabes, la peli ya no la ves o si la ves, sabes que nada te va a sorprender.

Y como llegados a este punto ya somos tan listos, lo sabemos todo y sabemos que todo es mentira, vivimos la vida como veríamos esa peli, tranquilos, sin dudar, sin pensar, ya sabemos el final. El final es que el PP va salir impune de los papeles de Bárcenas, el PSOE de los ERES de Andalucía, al Rey que le quiten lo bailao porque no le van a quitar otra cosa, los Pujol seguirán siendo millonarios… nuestro concejal de medio ambiente no tiene la culpa de la suciedad de nuestra ciudad, que se acaben subiendo el sueldo todos los del ayuntamiento es normal, que el caos producido por cortar la arteria principal del pueblo mientras una de las circunvalaciones principales está de obras, por favorecer la hostelería, es lógico, que tengamos tantas banderas para nuestro maravilloso mástil como vestidos el fondo de armario de las Koplowitz es lo normal…

Y ¡conseguido! El nihilismo ha logrado que estemos todavía más aborregados como sociedad que el más estricto de los regímenes feudales tutelados por la Santa Madre Iglesia pero, además, ahora estamos felices y autocomplacidos con nuestro aborregamiento, porque somos nosotros quienes nos lo hemos producido.

Ains, bendita ignoracia.

No os creáis nada de lo que os he dicho, es todo mentira.


No hay comentarios:

Publicar un comentario