Ganar perdiendo y perder ganando
El ajedrez de la política tiene partidas sublimes e inesperadas; y los resultados de las últimas elecciones generales en España, son dignos de estudio por alguna tesis doctoral que ordene y examine la multitud de variables que han producido uno de los resultados más caprichosos y curiosos, no ya de la reciente historia democrática española sino también de la Europa occidental.
Los 169 diputados de PP-Vox, más el diputado de UPN, dejan a 6 escaños de la mayoría absoluta necesaria para una, ya improbable, investidura de Feijóo. Todo el dinero invertido en los medios de comunicación de la derecha, todo el esfuerzo de los Marhuenda, Ana Rosa Quintana, Susana Griso, Pedro J. Ramírez y un largo etcétera o los quintacolumnistas de Ferreras, finalmente no ha servido para nada. Qué ha podido haber fallado, se estarán preguntado desde la caverna en estos momentos. Y no se crean que la respuesta es sencilla, después de haberlo tenido todo a favor, con un Feijóo ganador del debate, después de conseguir demonizar a Perro Sánxe, y crucificar a Podemos con la ley del “sólo sí es sí” o viralizar a Ayuso con el “que te vote Txapote”.
Al final el bloque de la derecha y extrema derecha ganando ha perdido y el bloque de la izquierda perdiendo, es posible, aunque no seguro, consiga investir a un Pedro Sánchez que. una vez más. ha vuelto a resucitar, cuál Lázaro resucitado por Jesús, sólo que en esta ocasión no ha sido sólo una sino que van ya varias veces en las que el líder de los socialistas esquiva una muerte política casi segura, resurgiendo cual ave fénix de sus cenizas.
Un PSOE inesperadamente fuerte, que en algunos momentos igualaba en escaños al PP durante el recuento, más la coalición de Sumar que ha conseguido amarrar bajo el paraguas de Yolanda Díaz unos escaños que ni se soñaban hace unos meses, ha posibilitado frenar un gobierno liberado por Feijóo pero tutelado por Abascal, el cual posiblemente haya ahuyentado al votante de centro con el discurso machista, homófobo, clasista y racista de la formación de ultraderecha.
Si damos por hecho que mediante las negociaciones, PNV, Bildu, BNG y ERC darán el sí a Sánchez, todos los ojos miran a Junts y al huido de la justicia española Puigdemont, el cual tiene las llaves del mismo estado que lo quiere meter en la cárcel. Carambolas del destino...■
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